El 9 de diciembre de 2009, la Consejería de Educación invitó a Carmen Ballestero de Celis, profesora de lingüística en la Université de Paris III, Sorbonne Nouvelle. Venía a hablarnos de la selección modal de las oraciones concesivas (Aunque +subjuntivo o + Indicativo) y su explicación en el aula de español.
Para nosotros, francófonos, que no tenemos la posibilidad de elegir en este caso (bien que +subjuntivo obligatorio), es un reto importante. La profesora empezó con un repaso de la historia de la cuestión para mostrar luego la inoperancia de esos antiguos modelos de explicación.
Tradicionalmente, la perspectiva sintáctica siempre ha prevalecido: una oración subordinada que depende de una principal, lo cual genera una visión semántica. Las subordinadas concesivas expresarían entonces una objeción o dificultad para lo dicho en la otra oración, sin que ello impida su cumplimiento. Pero en una frase como: “Aunque ya tenía un buen resfriado, ahora ha pillado la gripe”, parece difícil admitir que la oración subordinada exprese un obstáculo inoperante, ya que sí tenía resfriado y que sí cogió la gripe.
Parece obvio que esas explicaciones anteriores no tienen en cuenta la relación subyacente que implica a los dos interlocutores. O sea que en el enunciado:”Aunque llueve, salgo”, el enunciador es responsable del punto de vista siguiente: llover y salir son dos declaraciones compatibles. Concedemos, cuando enunciamos con “aunque”, aceptamos el “cuando llueve, no se sale”, pero pensamos de otra manera. Y si el locutor dice, con subjuntivo: “Aunque llueva, saldré”, es que la lluvia se considera sólo como algo posible. Incluso se puede dar como hipotético o irreal en: “Aunque ganaras mucho, ese negocio no es bueno”.
Sin embargo, la profesora cree que la noción de “hecho posible” es concedida solamente por el futuro de la principal y no por el subjuntivo de la subordinada.
Desgraciadamente, los manuales de Ele reflejaron la idea durante mucho tiempo.
El primero en matizar fue F. Matte Bon (Gramática comunicativa del español, Difusión, 1992). Escribió esto: “Cuando la información mencionada en la oración concesiva introducida por “aunque” no constituye información nueva (porque se trata de algo que los dos interlocutores ya saben y aceptan…), el verbo va en subjuntivo. También va en subjuntivo cuando la información tiene carácter hipotético (ya que formular una hipótesis es evocar la relación sujeto-predicado, sin presentarla como información)”. Por primera vez, se habla de polifonía, de interacción entre locutores.
Basándose en estos avances teóricos, nuevos métodos de Ele como Abanico (Difusión), A fondo (SGEL) y Prisma (Edinumen) presentan una explicación coherente de la selección modal que permiten entender claramente estos mensajes: Ej. Aunque las carreteras son malas, iremos en coche (=te informo de que son malas) o EJ. Aunque las carreteras sean malas, ¿tú crees que debemos ir en coche? (=recojo la información de antes, es decir ya sabemos que son malas).
Pues, si ya se ha dicho todo al respecto, ¿por qué seguir ahondando en el tema? Quizás para entender cómo es que un hispanohablante puede decir a sus oyentes -ni marcianos ni ignorantes totales- esta evidencia formulada en indicativo: “Aunque la tierra es redonda, no dejará de estar un poco destornillado el mundo”. Una hipótesis de trabajo sería pensar que en este caso, como no estamos hablando del planeta sino de la mala marcha del mundo, no hemos activado la presuposición de información compartida.
No quisiera terminar mi modesta reseña sin darles las gracias a los investigadores que obran para que nos sea cada vez más accesible la preciosa “lengua de Cervantes”.
Martine MELEBECK