Javier Cercas encuentra a los estudiantes del ISTI

Puente 153 (junio 2013)

Javier Cercas y los estudiantes del ISTI: encuentro en la Feria del libro de Bruselas de 2013.

El pasado jueves 7 de marzo, a eso de las 12.30, Javier Cercas tenía una cita con unos estudiantes de la Haute Ecole de traducción ISTI.

javiercercas

Jacqueline Libois, profesora del centro, moderó la charla. Empezó por una breve presentación del autor y de sus principales obras, entre las cuales la que le hizo famoso en 2011: Soldados de Salamina.

Los estudiantes, que tenían preparadas algunas preguntas, se apresuraron a lanzar el debate para saber por qué siempre escribe novelas que tratan el tema de la guerra “La velocidad de la luz”, 2005, evoca la guerra del Vietnam…).

Cercas, a eso de los 37 años, se dio cuenta de la importancia de volver al pasado para entender el presente. Y aquel pasado es el de una primera generación de europeos que no conocieron la guerra, ya sea la Guerra civil de España o la de Vietnam o, en fin,  los horrores de todas las guerras.

El autor quiso marcar la diferencia entre testimonio histórico y literatura de ficción. La literatura, en su opinión, es peligrosa porque quiere mostrar la complejidad humana, sin maniqueísmo.

A Cercas le interesa por igual entrar en el sentimiento de culpabilidad de un exsoldado americano que cometió atrocidades terribles, luchando por imponer la paz en Vietnam, como presentar un monstruo dentro del bando de los Republicanos.

La literatura no es la política, porque esta última se centra más en los aspectos morales y personales relacionados con los hechos.

También preguntaron a Cercas sobre su manera de escribir o sobre su éxito literario. Según él, el peligro, después del éxito, es volver a escribir el mismo libro. Si bien es cierto que, como dijera Kundera, “los personajes de una novela son unos “yo” hipotéticos”, el narrador Cercas siempre cuenta sus obsesiones, sus frustraciones, escondiendo y revelándose a la vez detrás de la máscara de la escritura. Afirma también que escribir es una aventura. “Escribir una novela, es como excavar un pozo con una aguja” (O. Pamuk).

Cuando empieza una obra, tiene una idea diferente cada vez pero no un plan preestablecido. Y al final, lo que espera es cambiar la visión del mundo del lector sin querer usurpar nunca el puesto del historiador.

Martine Melebeck